San Blas, una de las fiestas con más tradición de la comarca del Mar Menor

La festividad de San Blas que se celebra el próximo domingo 3 de febrero, y que deja un fin de semana de intensa actividad en el paraje del mismo nombre, en Santiago de la Ribera, se remonta al siglo XVI. Fue entonces, cuando los Monjes Trinitarios llegan a la zona denominada Cala-Vera (actual Calavera) donde había una ermita dedicada a San Juan Bautista que los monjes pondrían bajo la advocación de San Blas.

La devoción por el mártir cristiano, médico y obispo, que vivió en el siglo III, y que fue decapitado durante la persecución romana a los cristianos, ha perdurado en el tiempo durante siglos entre los vecinos de la zona, alimentada, hasta nuestros días, por su patronazgo en las enfermedades de garganta.

La imagen de un San Blas de barro, de los que se venden durante la romería, colgada en el cabezal de la cama de los niños se repite en el imaginario colectivo local desde hace generaciones. La imagen, que se procuraba mantener durante todo el año, tenía como objetivo salvaguardar, sobre todo a los más pequeños de las enfermedades de garganta.

La romería tal y como la conocemos hoy, con el traslado de la imagen de San Blas, desde la iglesia de Santiago de la Ribera se inició a principio de los años 80, cuando todavía la imagen San Blas descansaba en una capilla ubicada en una propiedad particular.

Desde entonces, la cita con San Blas se fue popularizando a marchas agigantadas mientras que los vecinos se movilizaban para construir una ermita pública que se acabó construyendo a pocos metros de la ermita original y de la gran pinada que acoge cada año a miles de personas. En la actualidad es una fiesta declarada de Interés Turístico Regional que atrae público de toda la comarca, y de otros puntos de dentro y fuera de la Región de Murcia.

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